Se trata de una gran pirámide de 25 metros de altura formada poradobitos colocados verticalmente en vez de forma horizontal. Con este tipo de construcción, las construcciones resistían mucho mejor los terremotos.
En ella se han encontrado muchos cuerpos descuartizados de mujeres, ya que los habitantes de la cultura Lima creyeron que el mejor sacrificio que podían hacer, era el de una mujer, ya que era quien daba vida.
Todo el trabajo de investigación de la huaca está financiado por la Municipalidad de Miraflores y el Instituto Nacional de Cultura del Perú, entidad adscrita desde 2010 al Ministerio de Cultura de este país.
La arqueóloga Gladys Paz encontró en octubre de 2010 una nueva construcción arqueológica compuesta por una cámara, momias y tumbas enterradas en la zona desde el año 850 d.C., es decir, con una antigüedad de 1160 años, perteneciente a la cultura Wari que fue aquella que sucedió a la cultura Lima.
De forma semicircular, la tumba contiene un fardo funerario de 130 centímetros de diámetro por 140 centímetros de alto y está en perfecto estado de conservación al igual que los otros tres fardos acompañantes hallados. Igualmente se encontraron vasijas de cerámica, mates, mazorcas de maíz y textiles decorados.
Huaca Pucllana en Miraflores, Lima.
La Huaca Pucllana fue un Centro Administrativo y Ceremonial de la Cultura Lima, durante los años que van del 200 al 700 después de nuestra era (en el período Intermedio Temprano).
Entrada principal al "Parque Histórico Cultural Pucllana", en el distrito de Miraflores (Lima-Perú)
La Huaca Pucllana es un edificio piramidal, construido sobre una llanura (el valle bajo del río Rímac) enteramente en "adobitos" . Son éstos pequeños adobes hechos a mano y que son característicos de la Cultura Lima y de este período (Intermedio Temprano). El edificio no presenta cuartos interiores, siendo por tanto, enteramente macizo. Acompañan a la pirámide una serie de estructuras formadas por paredes rectas que forman recintos y patios, construidos también en adobitos. Esto nos está indicando la importancia de estas estructuras, pues las casas de la población común estaban hechas de "quincha" (cañas con barro) y techo de paja o estera.
Fue en la pirámide donde se realizaron las actividades religiosas, y en los demás sectores las funciones administrativas. La circulación por diferentes niveles y pisos se hizo mediante el uso de rampas o planos inclinados.
Detalle de la técnica constructiva con la que estan hechos los muros y el cuerpo de la pirámide
La principal actividad económica de Pucllana fue la administración de extensos terrenos en esa zona del valle, una de las más fértiles y que estuvieron dedicadas a la agricultura. Los principales cultivos fueron, de granos: el Maíz, frijol y pallar; frutales: Chirimolla, lúcuma, guyaba y pacae. Además se sabe de la crianza de animales domésticos como cuyes, patos, alpacas, llamas y venados.
Estando ubicados a pocos kilómetros del mar, la población contó también, para su alimentación con peces como el bonito, la sardina, el machete, la raya y la anchoveta, moluscos como el choro, caracoles, lapas y machas; así como crustáceos como el cangrejo y el muy-muy. De importancia fue también la producción textil y alfarera.
Pucllana es hoy un Parque Histórico Cultural, que está bajo el auspicio de la Municipalidad de Miraflores (Lima - Perú), y es investigado desde 1981 por la arqueóloga Isabel Flores y su equipo.
Vista aerea de la huaca Pucllana, hoy rodeada por areas urbanas. Se pueden apreciar sus grandes dimenciones.
Datos Importantes sobre la huaca Pucllana
La influencia Wari
Hacia el siglo VIII la costa central del Perú cayó bajo la influencia del imperio ayacuchano de Wari. Aún no se sabe cómo se dio esta dominación, pero, al parecer no fue violenta; es probable que, como siglos después hicieran los incas del Cusco, los wari ofrecieran alianzas y tratados favorables a sus intereses pero garantizando la dependencia de los pueblos anexados.
A consecuencia de estos hechos varios centros ceremoniales Lima fueron abandonados, entre ellos Pucllana. Sin embargo, se trató de un abandono ceremonial, se realizó una inmensa operación de relleno y sello del centro ceremonial con inmensas cantidades de barro y rellenos, seguramente realizado bajo la atenta mirada de los nuevos señores ayacuchanos.
Los wari no van a volver a usar Pucllana como un centro ceremonial ni para actividades administrativas, es probable que consideraran a este sitio como un emblema del regionalismo de los pueblos Lima y un recuerdo del antiguo orden y creyeran conveniente que permanezca abandonado; pero, como para asegurarse que este antiguo lugar sagrado no les causaría molestias ni siquiera de tipo sobrenatural (algo muy importante para ellos) decidieron enterrar a sus muertos en las partes más altas de la pirámide.
Para colocar a sus muertos los wari no dudaron en romper la arquitectura Lima original, a ellos ya no les importa la arquitectura del sitio, les basta con saber que sus muertos enterrados allí son una garantía de su permanencia en estas tierras. Los muros, banquetas y pisos son rotos para realizar en ellos profundos hoyos que servirán de tumbas a los muertos wari enterrados en fardos funerarios.
Los fardos funerarios son el resultado de adicionar gran cantidad de textiles alrededor de un cadáver flexionado en posición fetal que se encuentra vestido y con ornamentos. El exterior del fardo es una especie de cesta de soguillas que lleva un prenda encima junto a una falsa cabeza hecha de madera o de tela que intenta imitar el rostro del difunto. Los fardos son acompañados de diversos objetos usados en vida por el difunto a través de cuyo estudio podemos conocer a que actividad se dedicó, en el caso de los wari de Pucllana se trata de varones y mujeres ligadas a la actividad textil, ceramistas y agricultores. Otras ofrendas están constituidas por niños de corta edad y fetos de camélidos.
Algo peculiar con la gran mayoría de entierros wari es que se encuentran saqueados en parte de manera sistemática. Los cuerpos de los personajes principales han sido retirados y removidos, en otros casos se ha extraído la cabeza, en algunos casos faltan las ofrendas, pareciera que las tumbas hubieran sido vaciadas con el objetivo de extraer los cuerpos o parte de ellos y luego hayan sido vueltos a enterrar pero incompletos o desordenados. Acerca de los autores de estos hechos no tenemos mayor información pero definitivamente esto fue realizado en la época prehispánica.
Resalta dentro del material cultural wari recuperado su textilería, caracterizada por el uso de nuevos colores y técnicas que dotaban a sus piezas de una finura extraordinaria. A pesar de los saqueos ha sido posible recuperar no sólo fragmentos sino también piezas de vestimenta completas, tanto masculinas como femeninas así como bolsas de diversos tamaños.
Dentro de las vestimentas masculinas tenemos la túnica corta, llamada Unku en quechua, se trata de prendas bastante sencillas que pueden tener mangas o no y se podía llevar suelta o sujeta a la cintura por medio de una faja. Las prendas femeninas son similares pero más largas, llegando casi hasta los tobillos pero se diferencian en un detalle en las aberturas para mangas y cuello: los del varón son verticales mientras que los de la mujer son horizontales. En ambos casos hay abundante decoración pero con figuras típicas de los wari y otras culturas, decayendo las figuras Lima totalmente siendo casi inexistentes.
Centro Ceremonial de Pucllana
El Área administrativa
Gran parte del área baja de Pucllana se encuentra ocupada por un conjunto de sistemas de recintos y plazas con banquetas a los que se les atribuye funciones más ligadas a lo administrativo pero, sin abandonar nunca el trasfondo religioso que emana de todo el centro ceremonial.
Los sistemas de recintos son grandes ambientes formados por muros de adobitos como los del resto del conjunto pero, algunos de estos ambientes se encontraron techados, la evidencia de esto es la presencia de hoyos de postes en ellos con restos de los postes. Estos recintos sirvieron, al parecer, para concentrar a la población que acudía al centro ceremonial para las ceremonias y las jornadas de trabajo colectivo. En algunos de estos recintos se encuentra restos de preparación de alimentos, pero estos son bastante más sencillos que los consumidos por la elite hallados en los restos de banquetes rituales.
Las plazas con banquetas son similares a las encontradas en la pirámide pero, no todas tienen pintura amarilla y algunas de ellas poseen dos niveles a los que siempre se accede por medio de rampas pues en la parte baja de Pucllana no hay restos de escaleras hasta el momento.
Estas plazas servían para poner en contacto a la población con sus sacerdotes gobernantes quienes ocuparían siempre la parte alta de las plazas formadas por banquetas para desde allí presentarse al pueblo. Estas plazas también tienen postes, algunos de ellos han sido encontrados en su lugar original, no se puede pensar en techos pues no hay restos de ellos en las plazas, mientras que en los recintos con postes si se ha encontrado restos de quincha de techos caída.
Actividades económicas
La principal actividad económica de Pucllana fue la administración de extensos terrenos en esa zona del valle, una de las más fértiles y que estuvieron dedicadas a la agricultura. Los principales cultivos fueron, de granos: el Maíz, frijol y pallar; frutales: Chirimolla, lúcuma, guyaba y pacae. Además se sabe de la crianza de animales domésticos como cuyes, patos, alpacas, llamas y venados.
Estando ubicados a pocos kilómetros del mar, la población contó también, para su alimentación con peces como el bonito, la sardina, el machete, la raya y la anchoveta, moluscos como el choro, caracoles, lapas y machas; así como crustáceos como el cangrejo y el muy-muy. De importancia fue también la producción textil y alfarera.
Pucllana es hoy un Parque Histórico Cultural, que está bajo el auspicio de la Municipalidad de Miraflores (Lima - Perú), y es investigado desde 1981 por la arqueóloga Isabel Flores y su equipo. [huaca Pucllana]
Pucllana: arquitectura milenaria que resiste a los sismos
La costa peruana se ve siempre afectada por un desastre natural de consecuencias calamitosas y aterrorizantes para la población de antes y de hoy: los sismos. Para enfrentarse a este fenómeno destructor los arquitectos Lima crearon, tras siglos de experimentación, una técnica constructiva que contrarreste a los sismos y evite o aminore los daños causados por estos a la arquitectura monumental.
¿Cómo lograron esto? La manera como lo lograron parece tan sencilla como lógica aunque requirió gran cantidad de material de construcción así como inmensas cantidades de mano de obra. El estudioso Pedro Villar Córdova la llamó “técnica del librero” por la similitud que tienen los muros con un estante con libros. Veamos como se logró esto:
Los adobes se van a colocar de manera vertical, la argamasa se va a ubicar sólo en la base y en la parte superior de ellos, es decir, no hay argamasa en los lados de los adobes creándose espacios vacíos entre ellos, esto tiene una razón muy importante: de esta manera cuando hay un sismo los espacios vacíos absorben la energía evitando que el muro ofrezca resistencia, de esta manera se evita la rajadura o fractura del muro.
Además, los muros son más anchos en su base que en la cabecera de manera que resultan teniendo mayor estabilidad, recordemos que no se usan cimientos para construir estos muros, se levantan directamente desde el piso donde se van a ubicar. Otro detalle importante es que los muros se construyen por secciones casi independientes, es decir, por paneles de forma trapezoidal, esto hace que la presión sea mejor repartida en el muro evitando una sobrecarga excesiva en la base.
Los resultados de la aplicación de esta técnica saltan a la vista. Las construcciones del pueblo Lima continúan desafiando al tiempo y a los sismos.
Noticia sobre destacado descubrimiento arqueológico
• Un equipo científico ha encontrado un fardo funerario de la cultura Wari acompañado de niños como ofrendas.
• Asimismo se han hallado seis unkus o túnicas, mates y alimentos como semillas y mazorcas.
El equipo de arqueólogos de la Huaca Pucllana ha realizado un hallazgo asombroso. En la pirámide del recinto han hallado un fardo funerario de la cultura Wari, de un personaje de gran linaje, a decir de las ofrendas que lo rodean: tres niños de aproximadamente uno o dos años de edad. El cuerpo, que fue saqueado no por huaqueros, sino por los habitantes de una cultura prehispánica, los Ichma, está rodeado de cinco unkus (camisas de uso diario) halladas en perfecto estado de conservación.
El legado de los Wari
La directora de la Huaca Pucllana, la doctora Isabel Flores, narra la gesta de este descubrimiento con suma emoción. Y no es para menos. Desde el hallazgo de ceramios, instrumentos musicales y alimentos, ocurrido hace cinco años, no se había realizado un descubrimiento arqueológico de tal magnitud.
El fardo funerario fue hallado en la cuarta plataforma de la pirámide de la huaca, la excavación se realizó debajo de una banqueta amarilla que formaba parte del centro ceremonial construido por la Cultura Lima. "Hacia el año 700 d.C. –explica la arqueóloga– la cultura Wari se expande y ocupa la Huaca Pucllana. Como demostración de su poder y conquista entierran a este personaje precisamente en la pirámide donde vivía la casta sacerdotal de la cultura Lima".
Sin embargo, el fardo funerario no se encuentra en perfectas condiciones a diferencia de los unkus, sino que ha sido seccionado por los habitantes de la cultura Ichma. "Luego de los Wari, los Ichma ocupan este lugar, e intervienen esta tumba, no sabemos con qué fin–explica Isabel Flores–. De hecho hay ofrendas que han sido removidas, es más, hay algunos unkus que han sido cosidos y la bolsa que contiene el cuerpo está deteriorada. De todos modos, por el estado en que se encuentran las indumentarias, este es un descubrimiento importante ".
El personaje principal estaba vestido con su unku, envuelto en una bolsa de sogas, dentro de un cesto, tiene algo amarrado en las manos que no se ha podido precisar. Está precedido por los restos de tres niños, que cumplen una función ritual, de ofrendas humanas. En la parte baja, se hallan bolsitas de ofrendas que contiene semillas de frijoles, algodón, maíz y yerbas medicinales y veinte mazorcas de maíz provenientes de las alturas de Ayacucho. También se han hallado mates, vinchas y fajas. El hallazgo se realizó el mes pasado por un equipo conformado por once arqueólogos.
Los unkus
El buen estado de conservación de los seis unkus hallados en esta tumba, son un gran motivo de satisfacción para la arqueóloga Isabel Flores y su equipo. "Muy pocas veces tenemos acceso a un fardo funerario y a textiles hechos hace 1500 años en el contexto de un descubrimiento científico; porque si se han recuperado algunas veces indumentarias o piezas Wari ha sido por huaqueo", señala la arqueóloga. Los unkus están hechos de algodón y algunos están confeccionados con fibras de camélidos. Sus diseños han sido hechos con tintes naturales y representan a personajes antropomorfos. Los que han estado mucho más cerca del cuerpo están más deteriorados por efecto de la descomposición. Algunos son de manga larga y otros de manga corta, con diseños geométricos pero también de monitos, camélidos y felinos.
Proyecto Arqueológico Huaca Pucllana
Hace 25 años se inició el interés de poner en valor uno de los más impresionantes monumentos arqueológicos ubicados en esta parte del Valle del Rímac y que hasta ese momento había sido objeto de muchas referencias escritas y orales, pero expuesta al maltrato e indiferencia de nuestra sociedad contemporánea.
La Huaca Juliana – como la llamaban en ese tiempo – a pesar de estar registrada en varios textos técnicos que sólo los arqueólogos manejábamos, no pasaba de ser para los vecinos de Lima y visitantes de otras regiones, un “cerro” o promontorio de tierra en el cual se había acumulado gran cantidad de basura moderna y desmonte de las casas, que año tras año iban encerrando el lugar pre-hispánico, reduciéndolo a su mínima expresión.
Ahora, después de mucho trajinar, contamos como anécdota a quienes nos visitan, los comentarios de los vecinos acerca de los trabajos arqueológicos intensivos que iniciamos en 1967 y retomamos de manera definitiva en 1982. Nos mostraban su agradecimiento porque “íbamos a limpiar por fin el cerro de tierra que ensuciaba toda la ropa lavada de las azoteas” o que “por fin van a aplanar el cerro que no les dejaba captar bien la señal de la televisión”. Era muy curioso ver a los vecinos de las casas más cercanas que se acercaban a “husmear” lo que hacíamos y se sorprendían cuando veían que debajo de la basura y el desmonte salían sólidos adobitos y pisos muy bien elaborados con barro.
La Huaca Pucllana es la mejor conservada de toda Lima, no necesito de mucha restauración pero si de un buen mantenimiento, es asi que la huaca se conserva tal y como era en los años de su explendor aunque la estructura a cambiado por el paso del tiempo.
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